lunes, 30 de septiembre de 2019

Quartas: la luz que se niega a morir

En 2013, Quartas, formada por Javier Rodríguez, Mauricio Gasiuk y “Tony” Sapag editaron su primer disco, que llevaba el nombre de la banda.

Desde el momento en que uno mira la portada del álbum sabe que encontrará música introspectiva, especial, mágica, sonidos que solo esos tres músicos pueden conseguir (de hecho, muchos colegas músicos y periodistas especializados decían “que suenan como si Pink Floyd hubiera grabado en Jujuy).

El disco arranca con “Introgeno PT I”, que prueba esa opinión de los músicos amigos de la banda y de todos quienes conocen más que “The Wall”; estos tres tipos escucharon todo lo editado por Gilmour, Waters y compañía, y lograron tener una identidad que los hace ser más que una mera copia, sino los mejores alumnos jujeños de la banda inglesa.

“Introgeno PT II” podría haber figurado en cualquier álbum de los Floyd, con una guitarra acústica y efectos de sonido que dan paso a una guitarra filosa y rockera que muestra otras influencias en el grupo, como Dream Theater, Yes o Devin Townsend, solo para dar pocos nombres.



“Constelar” es uno de los mejores momentos del disco, con un riff de guitarra sublime, escrito especialmente para comenzar el día al amanecer, junto con el sol, es una canción inspiradora y con mucho sentimiento.

Con “Buscelcam” la banda se mete en sonidos un poco más fuertes, aunque sin dejar de lado su marca de teclados y melodías, y los establece como un gran “Power Trío” progresivo, con solos “a lo Satriani” y una base de bajo y batería contundente.

En “Lagoss” vuelven la experimentación y la influencia Floyd, especialmente de David Gilmour, que convierten la canción en uno de los momentos más técnicos del disco, sorprendiendo con cada nueva escucha por los detalles que uno va percibiendo a medida que la conoce mejor.

Mauricio y Tony se lucen en “Arentiemp PT I”, una canción con aires ochentosos aunque sin alejarse de la línea principal del disco; podrías encontrarla en un disco de Rush, sin exagerar. O tal vez en uno de Dream Theater. El tema no da respiro, cabalgando entre la velocidad y la pesadez en el buen sentido, y las melodías y riffs más experimentales.



“Arentiemp PT II” es una buena sucesora de la primera parte, aunque tiene más groove y riffs más contundentes. Da una buena continuidad al disco antes de llegar a las bonus tracks, y a pesar de ser una de las canciones más extensas, los riffs y sonidos la mantienen constante y atractiva en todo momento.

La parte media de “Livium”, la primera canción extra del disco, tiene una parte media que atraerá a cada fanático del Power Metal y del Rock o Metal Progresivo, es machacante y técnica, y cada miembro saca todas sus influencias para conseguir una mezcla que resume de dónde viene Quartas y dónde irá.

“Rectaf” es la canción más “pesada” del disco, con un riff introductorio cercano al Power Metal, y cierra el trabajo con groove (si sirve la repetición) y tanta técnica que solo dejan con ganas de más.



El álbum fue editado hace seis años, y el futuro del grupo es desconocido; lo único que podemos hacer es cruzar los dedos para verlos de nuevo en un escenario o un estudio de grabación.

Tracklist: 

1. Introgeno PT I
2. Introgeno PT II
3. Constelar
4. Buscelcam
5. Lagoss
6. Arentiemp PT I
7. Arentiemp PT II
8. Livium (Bonus Track)
9. Rectaf (Bonus Track)

Formación:

Mauricio Gasiuk: Bajo
Javier Rodríguez; Guitarra y teclados 
Tony Sapag: Batería





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