jueves, 24 de octubre de 2019

Adrián Parra: el niño que cumplió su sueño


Adrián Parra contó sus comienzos como músico y artista recordando que empezó a soñar con cantar desde pequeño,  “aunque en mi familia no tuve familiares músicos; todo comenzó de pequeño,  no sé de dónde vino y todavía sigo buscando y preguntando a las generaciones anteriores quién introdujo esa semilla musical en mí. No lo sé, pero tuve un sentimiento muy ligado a la música a los 6 años. Comencé a cantar y a imitar a otros cantantes, y recuerdo que cantaba canciones de Joselito en la ventana de casa, un cantante que me inspiró en ese momento, y siempre busqué sonidos e investigué”.

Joselito es una influencia temprana particular para alguien que hoy hace Rock

“Lo que sucede es que de niño me pasó animarme a cantar y a probar, pero como un juego, y ahora aunque hago Rock también me considero un artista multifacético porque me gustan muchos géneros musicales”

¿Cuáles son los que te inspiran actualmente?

“En el disco “Chicha y Limonada” hay Cumbia, Reggae, un Rock canción relajado, un tema de guitarra solamente, son varios géneros. Y digerir el disco puede ser complicado, pero de pronto escuchás una canción que te atrae y te va gustando”.



¿Escribís tanto canciones para divertir y distenderse y otras con mensaje?

“Sí; creo que las canciones con las que viaja mi mente siempre dejan un mensaje, pero también, a la vez, dejan una sonrisa. Que la música genere alegría o una emoción particular es hermoso”.

¿Es cierto que si a un artista le convence una canción encontrará una persona que la reciba de la misma forma?

“Es difícil saberlo; tal vez si me gusta una canción quizá a otro le pueda llegar a gustar, pero hay algunas que pienso que están medio flojas pero siempre hay alguien que les gustan”. 



¿Considerás que los límites del Rock se fueron ampliando y desdibujando con el tiempo, que dejaron de ser tan rígidos?

“Creo que sí; todo avanza y hay dos posturas: una tradicional, y la de quienes rompen un poco los esquemas y proponen algo distinto. Vi bandas que tomaron algo antiguo y lo transformaron, y es una forma de decir “no es lo mismo”, pero sigue siendo Rock”.

¿Por qué los artistas siguen apostando al formato físico?

“Hace poco tuve la oportunidad de ir a Salta, a la sucursal de una disquería/librería de cadena nacional, y había discos. Algunos en oferta, otros que se editaron hace poco, y compré porque los escuchamos siempre en casa. Tenemos otros medios para escuchar, pero seguimos teniendo un centro musical, ponemos el disco y la sensación es diferente. Esa vez puse el disco, leí el folleto y los agradecimientos, y pensé que es realmente mágico. La tecnología avanzó pero es mágico porque el artista escribe “te agradezco por tener el disco en tus manos”. 



En cuanto a su futuro musical inmediato, Parra comentó que está “armando y componiendo muchas canciones nuevas. Me gusta componer. Son canciones frescas, y busco que tengan contenido social, actual. Tienen mucha producción”.

jueves, 17 de octubre de 2019

Arcanas Mysteria: sueño de Metal


El sello independiente Arcanas Mysteria sigue creciendo, y su referente, Federico Lagger, cuenta que decidió crearlo no a través de una idea, “sino un sueño la creación de un sello. El interés por la música y la posibilidad de ayudar a bandas en la difusión y producción de sus materiales siempre fue atractivo. El proyecto comenzó siendo unipersonal, a pulmón, y luego con la colaboración de un compañero que comparte los mismos ideales. También hubo mucha influencia de amistades para arriesgarme a entrar en este mundo, eso fue parte de la creación del sello. El idea es lograr la difusión de bandas under y de reconocimiento más posible, primeramente en Jujuy, luego en el país, y analizando la posibilidad de hacerlo en el extranjero”.

¿Estuvieron en bandas antes de armarlo?

“Ninguna banda en concreto, en el sentido estricto. Sí como cantante en diferentes proyectos de diversos géneros, probando desde el Indie hasta el Rap, por el placer de conocer y ampliar conocimientos solamente, pero sin grabar material ni con intención de difundirlo”.



¿Qué fue lo más difícil de concretar para lograr armar el sello?

“Lo más difícil, que lo sigue siendo, es el tratar con las bandas, generar las relaciones sociales necesarias para ellos, la búsqueda de contactos y lo necesario para lograr una comunicación con ellas. Además, el armado de fechas, que sigue siendo un problema en la provincia por cuestiones económicas y sociales”.

¿Consideran que una banda tiene más posibilidades de grabar actualmente con respecto a hace algunos años?

“Sí, hay más posibilidades. La diferencia tecnológica de hace unos años con respecto a la actual permitió mayor facilidad y lograr sonidos más limpios en diferentes formatos. Los programas de edición, las salas de grabación y el mayor acceso fácil a hardware necesario para ello lo demostró  con la existencia de demos y CDs que están produciendo con mayor velocidad y facilidad las diferentes bandas del ambiente”.

¿Se centran en un estilo o estilos en especial? ¿Por qué?

“El sello se centra en el metal y sus diferentes variaciones, pensando ampliarse a Hardcore punk y Hardcore. Actualmente, solo Metal, y tratando de orientarse al Metal Extremo y subgéneros como el Death y el Black Metal. De todas formas, no hay distinción mientras las bandas pertenezcan al género Metal. Y las razones son, por un lado, un gusto preferencial y conocimiento sobre el género y sus variaciones, además de disfrutarlo. Por eso hay una segunda razón: tratar de que más gente se interese en un género que no es ampliamente difundido, menos en Jujuy. También porque creemos que diversificarnos a muchos géneros en el sello hará que pierda su identidad y su ideal. También nos gustaría trabajar con géneros paganos que no sean específicamente Metal, o bandas que hablen de temas esotéricos paganos”.

¿Con qué bandas trabajan?

“Actualmente estamos en una situación difícil. Trabajamos con un grupo Hardcore llamado "Shot the Crown" y empezamos a armar la re edición de trabajos unipersonales de un conocido, que tiene dos proyectos diferentes de diferentes estilos. Estamos tratando de concretar trabajos con bandas de diferentes subgéneros en Jujuy y también fuera de la provincia. Nos contactamos con algunas tratando de producir un disco recopilatorio de Metal, aunque estas mismas bandas no estén relacionadas directamente con el sello. Permanentemente estamos buscando con quiénes trabajar”.



¿Se contactaron o se contactarán con distribuidoras nacionales o internacionales?

“Aún no; por ahora todo el trabajo fueron colaboraciones con locales de Rock de diferentes provincias, bandas y otros sellos repartidos por el país. Siendo el sello todavía under, no tenemos  posibilidad de producción a nivel masivo para poder relacionarnos con esa clase de distribuidoras, tanto nacionales como internacionales. Pero una vez formalizado, y cuando haya crecido, existiría la posibilidad de contactar con distribuidoras, aunque la mayor difusión es a través de las anteriores mencionadas”.



¿Cuáles son los planes para el futuro inmediato?

“Principalmente, concretar el proyecto de armar una sala de ensayo y grabación propia con todo lo óptimo para las bandas, mejorar el equipo para producción de material y realizar las capacitaciones necesarias en diferentes temas para facilitar las cosas. También organizar festivales y re editar y producir el disco recopilatorio que planeamos. También estamos tratando de concretar un encuentro con dos bandas de Bolivia para trabajar con ellas”.



miércoles, 16 de octubre de 2019

La Vilca Band: nacidos en la casa del Maestro


Chito Cazón, contrabajista de La Vilca Band, contó algunos detalles de los comienzos del grupo, marcando que no tuvieron que luchar para separarse musicalmente del legado de Ricardo Vilca, “porque tuvimos muy en claro las cosas desde el principio. Nos gusta su música pero no la tocamos, solo hicimos una canción una vez, en homenaje, para recordarlo y  tenerlo presente siempre. Creo que  Ricardo lo hizo pensando en nosotros, el tema estaba completo y solo le pusimos la guitarra. Tenemos otro estilo, completamente diferente. La banda nació en casa de Ricardo, por eso lleva su nombre, pero nunca tocamos sus canciones, si bien alguno de los chicos que en ese tiempo estaba en la banda tocaron con él, pero nunca tuvimos esa cuestión con su música, solo escucharla y estar enamorados de ella, de su historia, de su familia y todo lo que trae su nombre”.



¿Qué les decía cuando tocaban y querían hacer Rock?

“Pocos de nosotros lo conocieron; más allá de su música y conocer a algunos miembros de su familia no logramos compartir mucho tiempo con él, pero nos enamoramos de su música. No somos alumnos de Ricardo ni estuvimos en su banda, esas son algunas cosas que piensa la gente pero solo somos amantes de su música, nos gusta mucho. Ricardo hubiera tocado con nosotros si nos veía tocando en la calle; no era un músico que se dedicó solo al Folklore y se limitó al mismo, era un músico que veía a alguien tocando y se sentaba a tocar con esa persona”.



¿Qué fue lo más difícil que tuvieron que hacer para crecer como banda?

“Sacrificar la familia; coordinar encuentros con los músicos. A todos nos pasó que coordinar horarios es muy difícil y a veces tenés que sacrificar un momento con la familia por otras cosas, al margen de que muchas veces querés hacer otra actividad, como estar con amigos, y tenés que estudiar. Esa parte es muy sacrificada, pero el estudio tiene que ser mucho si querés sonar cada vez mejor e ir mejorando. Nosotros nos encontramos y conocimos tocando y no costó tanto ensamblarnos como banda, pero sí coordinar tiempos. La vida es difícil, por ejemplo, para acostumbrarnos a cuatro pensamientos diferentes y hacerlos uno, aunque, la verdad, es lindo”.



¿Qué es lo más lindo que les pasó como grupo?

“Todo; habernos conocido y compartido tantas cosas, como todos, a los mechonazos a veces pero es súper interesante. Sobre todo, lograr tener nuestros dos discos, sacar el segundo disco a pesar de la época y de todo lo que sucede. Los discos son nuestros logros. Y también haber compartido cosas con músicos grandiosos y tocar con amigos, o en mi caso, con músicos a quienes veía en recitales y me encantaba cómo tocaban,  y de repente tocar con ellos, que me inviten a hacerlo y me llamen para formar otra banda. Tocar Blues con Roberto Calisaya o Javier Contreras, que son grandiosos, es muy importante. Nunca me di cuenta dónde llegué estudiando y haciendo esas cosas, y lo veo y me doy cuenta cuando estoy en el escenario”.

Formación:  

Fernando Rodríguez: Armónica
Ismael Jordá: Primera guitarra
Nicolás Cazón: Guitarra y percusión
Chito Cazón: Contrabajo.



      

martes, 15 de octubre de 2019

Eneysth: el perfecto orden del caos


El guitarrista de Eneysth, Alfredo Chocovar, habló de la actualidad de la banda y contó que están en una etapa compositiva, “plasmando las ideas que tenemos para construir las canciones. Tratamos de tener cierto orden y escribir todo lo que surja para no olvidar lo que componemos. Luego grabamos de manera provisoria las ideas como para tener una visión más clara de la canción, y de acuerdo a la estructura que tenga se piensa en las letras”.

Como forma de promocionarse, y para mantener a los seguidores, muchas bandas apuestan a filmar un video clip promocional; ¿qué tan difícil es hacerlo actualmente?



“La principal dificultad es económica pero hay opciones nuevas para promocionarse, como un lyric video; con un buen arte se puede sacar mucho provecho, y resulta más económico . Nosotros optamos por un lyric video que tuvo buena aceptación y nos dejó conformes teniendo en cuenta la promoción del mismo.  El videoclip en sí siempre será más costoso por las cámaras, la producción, la edición, lleva mucho más trabajo; pero es algo a lo que queremos apuntar también”.

¿Hay evolución en las nuevas canciones o siguen la línea musical del disco anterior?

“Existe evolución en comparación con nuestro anterior material. La línea compositiva es diferente, estamos volcando las influencias actuales y dándoles forma. Pienso que es muy positivo para una banda poder sentirse libre de componer con lo que uno se siente más cómodo, incluso si presenta un reto musical. Ayuda muchísimo mantenerse actualizado, estudiar y mejorar en la ejecución de cada uno de los instrumentos”.



¿Tienen agenda de conciertos o una gira planeada?

“Por el momento no hay una agenda de conciertos ni gira en vista. Calculo que todo eso saldrá cuando tengamos bien aprendidos los nuevos temas e incluso con el nuevo material ya editado”.    



Video clip: "Doctrina Siniestra": https://www.youtube.com/watch?v=lEZvWhGRKfI

Full album online: "El Dominio del Caos": https://www.youtube.com/watch?v=QLGLUdq8Nbo


Fotografías: Facebook oficial Eneysth / http://www.sderock.com.ar/




viernes, 11 de octubre de 2019

Pedro Gennari: juramento de lealtad al Rock

A pesar de lo que muchos opinan cuando escuchan discos de Stridor o Battle Cry, el guitarrista Pedro Gennari considera que cuando alguien dice que es un héroe de la guitarra “están completamente confundidos y no conocen el concepto héroe. Me considero un entusiasta de la guitarra; nunca estudié formalmente, todas mis horas y años de formación fueron más a pulmón que otra cosa. Héroes de la guitarra son Yngwie Malmsteen, Paul Gilbert, Richie Kotzen, John Sykes, personas que me marcaron. Y si vamos más atrás hay que nombrar a Jimi Hendrix, Jimi Page y Richie Blackmore, ellos son héroes por marcar la historia, un antes y un después con su instrumento”.

¿Esta raza agoniza con las nuevas bandas y estilos?

“No, está mutando. Hoy por hoy el Rock es muy poco popular, hay muy pocas personas que siguen el Metal clásico y el Hard Rock. El Heavy Metal y el Metal Extremo son un poco más populares y cada uno tiene sus virtuosos, su referente a la hora de hablar de guitarristas. Creo que esto nunca dejará de suceder: siempre habrá una persona que admira a otra en el Rock o el Metal y hay jóvenes que tocan bien y están formándose. Tal vez tocarán mejor que las generaciones que venimos haciéndolo desde hace 20 años porque estudiaron o se dedicaron a ello un poco más. Habrá guitarreros y bandas de Metal por siempre”.



El Rock y el Metal siempre tuvieron mensaje pero la música y la política, ¿pueden mezclarse?

“Sí, es obvio que todo es política, la cuestión es qué querés decir como músico, como comunicador. V8 siempre tuvo la política a flor de piel, no desde el lado de apoyar a alguien sino a todo lo contrario. Argentina está politizada por donde se vea, así que es muy difícil no tener un atisbo de política en el mensaje. No lo veo mal, pero sí veo mal el hecho de decir algo para tener algo a cambio, eso es absolutamente contrario a lo que, a mi juicio, es el Rock o el Metal. Si diré que voten a alguien porque me convendrá no es Metal, es otra cosa”.

Estuviste en Stridor, Dominus Umbrarum, La Rockera, Hearts On Fire y otras bandas, ¿qué te dejó cada una de ellas?

“No sabría por dónde empezar; cada una me dejó una experiencia muy linda, una parte muy grande de mi vida que se transformó en música. Es muy raro pensar qué me dejó Stridor; en su momento, dolor de cabeza, pero una experiencia muy linda. Aprender a tocar en grupo y todos juntos. Seguía a Guille (Cazón) porque estaba mejor en la guitarra. Cada uno iba por el lado que le convenía: me compraba un libro de tablaturas y él hacía lo mismo y los intercambiábamos. Él tomaba clases con un guitarrista y me enseñaba lo que aprendía, si compraba un VHS instructivo de guitarra lo compartíamos, y aprender a tocar haciendo música es impagable e increíble. Además tenés la amistad con la que luego de estos años no te ves mucho, pero cuando lo hacés, retomás la conversación que tuviste hace cinco años, algo que es muy difícil de lograr. El reconocimiento que tuvo Stridor fue muy importante para la época y para mí, porque me abrió puertas a otros géneros que quizá eran más afines a mi gusto, y estaba bueno tener la oportunidad de experimentar en otros lados, con otra gente. Esa etapa fue muy divertida. Le guardo un cariño importante a esa banda”.



“Battle Cry es la mitad de mi vida; ahí están los hermanos que mi familia no me dio. También tenemos problemas y quiero golpearlos cada día que pasa, pero esa es la familia, tenemos esas sensaciones de amor y odio. Es muy raro pensarme sin Battle Cry, es una parte muy importante de mi vida”.

“Había gente de Battle Cry tocando en La Rockera, y por mi amistad con los otros chicos terminé ahí medio de rebote. Ahí también aprendí a tocar la guitarra y fue donde más tuve que hacer solos y estar expuesto a la hora de tocar. Tuve que aprender porque, por un lado, Raúl y Martín me tenían corriendo, y por otro, tocábamos muy seguido, hacíamos muchos covers y nunca fui una persona que se sentaba a tocar los solos tal cual son, por una cuestión de tiempo, y principalmente, de vagancia, ja, ja. Pero las cosas que se crean ahí son bastante interesantes. Me gustó mucho el desafío de tener que tocar un recital de 30 canciones y es bueno grabar disco, hacer las letras y viajar”.

“Con Hearts on Fire fueron dos años de Hard Rock puro, fue una de las bandas en las que más me divertí haciendo lo que quería hacer. Cantaba Ale y fue un “dos por uno”: tocar con la persona que amás la música que amás fue un sueño cumplido”.

“Fui a Salta a tocar con una banda de Black Metal, Ecliptic Sunset, y eso también fue muy interesante. No llegué a grabar con ellos pero salgo en un par de videos, uno de la presentación del primer disco en un teatro salteño y otros dos filmados, del segundo disco, con todo el maquillaje y la parafernalia del Black Metal. El estilo me gusta mucho, así como el Metal Extremo. Nunca había tenido la oportunidad de estar en una banda tan extrema y fue muy bueno. Me quedó la amistad con ellos y el desafío de tocar en otra provincia con músicos de otra provincia. Entré por una invitación del cantante, Alejandro Medina, y fui conociendo a los demás en los ensayos. La banda tenía una arista muy interesante; deben seguir teniéndola, tendría que verlos en vivo. En noviembre tocarán de nuevo después de mucho tiempo”.

“Los miembros de Dominus Umbrarum éramos muy amigos con otra banda, ensayábamos juntos, y de repente algunos miembros de la misma se juntaron con nosotros y armamos la banda para divertirnos. Hacíamos covers de Dimmu Borgir y Children Of Bodom, para sacarnos las ganas de hacerlo. Una vez tuve que tocar con las tres bandas juntas: Dominus Umbrarum, La Rockera y Battle Cry, en un local de calle Güemes. Fue muy divertido aunque nunca volví a hacerlo, nunca tuve que tocar con tres bandas en una sola noche de nuevo”.

¿Qué aprendiste de la escena, las bandas y el negocio de la música en todo este tiempo?

“Que hay que ser coherente con lo que uno dice y hace; es lo más valorado. Después de 20 años de estar en bandas lo único que sé es que hay personas que vendrán con la verdad y esa es la gente a la que hay que ayudar, con la que hay que codearse. Habrá otros que están de paso, de moda, que hoy les conviene y después no, eso pasa en todos lados. Lo que me dejó el hecho de estar en todas estas bandas y tener una vida orientada a la música es una muy linda base de amigos; puedo asegurar que hay mucha gente que me estima y la cual estimo gracias a habernos conocido por una banda o la escena. Y también el hecho de viajar: conocí muchas provincias y países como Bolivia gracias a la banda. Si no hubiera sido por ella tal vez no habría conocido lugares en los que estuve y agradezco mucho eso. Es muy divertido el hecho de estar preparando de repente tus cosas porque tenés que tocar en El Impenetrable en el Chaco o en Corrientes, o de pronto estás en Santa Fe, la provincia de tu familia y donde viajo de niño, y estoy esperando a los chicos porque tocaremos allá. Viajo en Navidad y Año Nuevo y los amigos de allá organizan un recital para que podamos tocar. Lo mismo en Catamarca y La Rioja donde hay una sensación increíble de amistad y hermandad”.



Fueron muchos años y bandas; ¿cuál es tu mejor y peor recuerdo?

“El mejor recuerdo es cuando salen los discos, cuando vas a presentarlos. Recuerdo la alegría que teníamos cuando nos dieron el master del disco de Stridor, no podíamos creer tener un disco. Teníamos 19 años cuando lo editamos y no teníamos noción de lo que estábamos haciendo. Fue un momento muy lindo telonear a A.N.I.M.A.L. y que en Sociedad Obrera haya 800 personas, era muy fuerte para la época. Me gustó mucho y todavía no caigo de todo lo que pasó en los ´90”.

“Con Battle Cry es bueno poder mantenernos en el tiempo, y el mejor recuerdo es el próximo ensayo. A veces renegamos, pero poder seguir haciendo lo que uno ama es increíble. No puedo decir cuál es el mejor recuerdo con ellos porque creo que está por venir”.

“El peor recuerdo con Stridor es cuando la banda se desarmó; teníamos el disco en la mano, y de repente los chicos decidieron ir por su lado y está bien. Uno tenía que estudiar en Córdoba, otro quería dedicarse a otro estilo musical, y de repente uno se vio solo y como que ya no daban ganas de armar la banda de nuevo porque era la banda de tus amigos. Eso es algo que hasta hoy la gente no entiende: no puedo armar Stridor con otras personas porque no son mis amigos. Si se quiere hacer una banda tributo que se haga, no hay problema, tal vez hasta los ayudaré y seguramente iré a ver sus recitales, pero armar una banda que se llame Stridor con otras personas que no sean esos chicos no es posible”.



“Lo peor que recuerdo con Battle Cry fue cuando no nos dejaron entrar en Bolivia y estuvimos en la frontera 12 horas, no sabíamos qué hacer, pero todo tuvo un final feliz porque la gente de Tartagal nos recibió un día antes. En todos los sentidos, en todas las bandas, cuando se termina la banda o cuando ya no se puede seguir es el peor recuerdo. Un recuerdo feo también queda cuando uno le pone el mejor esfuerzo a su proyecto, no digamos banda porque puede ser cualquier cosa, y la persona en la que confiabas y creías que iba a acompañarte no lo hace. De esos recuerdos tengo varios pero hay que dejarlo ir, y si no se dio, por algo será”.

¿Qué te falta concretar?

“Ganar dinero, tener mi casa, No quisiera tratar objetivos a corto o largo plazo; tenemos objetivos con la banda, quizá tenga ganas de hacer cosas en mi cabeza pero no tengo una meta fijada, reacciono al momento. Mi plan es tratar de dar lo mejor en el momento que sea necesario. Si dijera “disco solista” estaría mintiendo; si dijera “ir a vivir a Buenos Aires y tocar en una banda de Buenos Aires para ver cómo es” también. Soy jujeño y no quiero irme”.



El niño Pedro que jugaba en su habitación a tocar con Scorpions escuchando sus discos ¿está contento?

“Está feliz porque puede seguir haciendo lo que quería: jugar con una caña de pescar de seis cuerdas que se enchufa y suena. Parte de la felicidad de uno está en la música. El hecho de tener más de 40 años, poder seguir tocando sin que sea un problema, haciendo lo que te gusta, que la gente responda, es fascinante. El hecho de, con éxitos y fracasos, poder balancear tu vida profesional, musical y personal es muy bueno”.
                  


miércoles, 9 de octubre de 2019

Unakan: criaturas de la medianoche


Pocas semanas después de la edición del primer E.P. de la banda, “Capítulo 1, AlmaLobo”, el tecladista de Unakan, Ezequiel Molina, contó cómo surgió la banda, marcando que “sería como una idea que estaba dormida. Hace varios años quise armar un proyecto que involucre a muchas personas y tenga mucha virtualidad, que no sea necesario vernos con todos los involucrados en persona, y en ese tiempo no había medios suficientes para hacerlo de esa manera. No había tanta fluidez en la comunicación virtual como ahora, no existían Whatsapp ni Facebook, todo era por correo electrónico, y una respuesta por correo no es tan rápida como una instantánea. En cuanto a tecnología pasaba más o menos lo mismo: no todo el mundo tenía la posibilidad de grabar en su casa o tener un estudio, pero aun así intentamos hacerlo”.



En esa época, Ezequiel trabajaba con el bajista de Puerto Madryn Benito Vidal (quien grabó en el E.P.),  armando las primeras composiciones; “invitamos a un par de guitarristas porque en ese tiempo éramos solo teclado y bajo, hicimos tres canciones con algunos invitados, y la idea quedó ahí, no pudimos continuar. Pasó el tiempo y la cuestión quedó latente, pero hace tres años se me ocurrió reflotar no la misma idea, sino el concepto de hacer un proyecto de estudio, que no sea igual que una banda. La idea salió, sobre todo, de las ganas de componer y grabar, y para eso, si querés resultados pronto, tenés que encarar todo de otra manera. El concepto de banda es reunirse a ensayar, que todos estén conformes, y se trata mucho de ensayar, de muchas reuniones. En este proyecto yo quería producir rápido, tener resultados pronto, y además, hacerlo con amigos. Eso es lo bueno de la música: poder compartir con gente que piensa parecido a vos así”.

Además, Ezequiel recordó que “de esas dos ideas salió lo de armar el proyecto y se me ocurrió invitar a Miguel Burgos, que venía de tocar en Centinela, banda de Power Metal. Sabía que estaba muy metido en el estilo, había escuchado sus composiciones y me parecía el más apropiado para hacer lo que planeaba musicalmente. Quería tocar el Power con el que crecí, el de los ´90, que no suena como el de ahora, que esta muy estilizado, sobre producido y demasiado prolijo, y me gusta más la época de los ´90”.



Cuando empezaste a trabajar, ¿sabías que el disco hablaría de mitos y leyendas?

“Sí; conocí de chico el libro “Seres Mágicos” de Elena Bossi, recordaba la tapa y siempre lo veía en la vidriera cuando pasaba por una librería, y se me ocurrió conseguirlo y hojearlo. Ahí encontré los mitos y leyendas que conocía pero con mayor detalle, así que me pareció una buena fuente de inspiración para tomar algunas ideas. No todo porque el libro está más orientado a los niños y es inocente en algunas concepciones; yo tenía la idea de tomar material de ahí pero darle un toque más adulto, un poco más de misterio y quizá agresividad en algunas cosas, pero de entrada la idea fue hacer un disco conceptual en el que cada canción contara la historia de un ser mágico”.

¿Quién compuso las canciones?

“Fue mutuo, porque si bien tuve la idea y convoqué a Miguel, ya tenía muchas cosas pensadas pero eran ideas sueltas, grabadas con teclado y sabiendo qué quería que tratara cada pieza musical o idea que tenía. Había una estructura general pero quería que Miguel haga su aporte desde la guitarra, porque uno no puede tener la visión de cómo será el tema porque no es multi instrumentista. Compongo desde el teclado y siempre hay cosas que faltarán. Lo más importante son los riffs de guitarra, y es difícil componerlos desde el teclado, entonces, a veces tengo algunas ideas y Miguel es quien les da forma, pero la composición fue completamente mutua. No hay ninguna canción que pueda decir “es mía” o “es de Miguel”, se fueron armando entre los dos”.



¿Fue difícil conseguir a los invitados?

“No, porque son amigos y sabía que, de 6 invitados, 5 aceptarían participar, o 4. Pero por la buena onda que tenemos con esa gente, y además, porque teníamos previsto mostrarles un producto medianamente elaborado y no invitarlos desde el comienzo, con lo que todo es muy incierto, las cosas salieron. No era la idea, por ejemplo, reunirnos a charlar, decidir armar un proyecto y elegir invitados sin tener canciones, sino ir concretando partes y comenzar a sumar personas. Cuando armamos el proyecto, en las primeras charlas, sabíamos quiénes podrían ser los invitados. Todo fue muy planificado. Obviamente, invitamos a todos mucho después, pero teníamos una lista de personas que queríamos sumar al proyecto. Cuando tuvimos las primeras composiciones comenzamos a hacerlo y al toque dijeron que sí, a pesar de que técnica y tecnológicamente no sabíamos cómo trabajaríamos. Teníamos en mente cómo, se los propusimos, y no sabíamos cómo grabarían en sus provincias, pero dijeron que sí, y los detalles se fueron solucionando sobre la marcha”.



¿Hubo aportes suyos en las canciones?

“Grabamos; algunos de los primeros demos que hicimos fueron instrumentales y otros tarareados con nuestras voces, algo muy primitivo. Le pedimos a Leo de Battle Cry que “tradujera” esos balbuceos, las ideas que teníamos, tarareadas, en la cabeza o instrumentos, y que lo llevara a una voz entendible. Nos reunimos en su casa, él solo tenía un micrófono y le cantábamos las partes para que él lo interpretara. A pesar de que fue muy casero, los demos quedaron muy bien. Eso fue lo que enviamos a los cantantes invitados y les dimos libertad para modificar letras, melodías, estructura, todo lo que quisieran, porque la idea era que se sintieran cómodos, no que les dijéramos cómo tenía que ser el trabajo. Son cantantes y tienen muy en claro cómo cantar. Les dijimos: “esto es un boceto y podés modificarlo como quieras”. Todos trabajaron libremente y algunos grabaron con Whatsapp; les mandamos la versión “cantada” y la versión instrumental, pusieron el instrumental fuerte en el fondo, tomaron Whatsapp y grabaron una primera idea de lo que querían. Luego escuchamos esas grabaciones, les consultamos algunas cosas y fue un trabajo como si hubiéramos estado juntos pero virtualmente, con intercambio de opiniones hasta que todos quedaban conformes con una idea y se grababa la versión definitiva”.   



¿En qué etapa de desarrollo está el “Capítulo 2”?

“Para el Capítulo 2 compusimos cuatro canciones y trabajamos en un cover; probablemente no incluya los cuatro temas sino tres, de los cuales uno será instrumental. Teníamos ganas de hacer algo así porque se usaba mucho en el Power Metal de los ´90; actualmente no lo sé, porque no escucho tanto del estilo, pero antes se grababan muchos instrumentales, con los que se puede demostrar mucho más la destreza de cada uno de los músicos y hay muchos solos y arreglos. Ese tema quedó muy bien, y habría dos canciones más contando historias de seres: una es de El Familiar y la otra de El Duende. Dejaremos el cuarto para el siguiente Capítulo. Estamos trabajando, tenemos la primera versión demo instrumental de todas las canciones, haremos una preproducción con voces, con un trabajo de teclado y guitarra más elaborado, y luego pasaremos a la grabación definitiva, pero cuando tengamos la preproducción queremos enviar el material a los invitados”.


martes, 8 de octubre de 2019

Horacio Padilla: ha llegado un trovador




El ex guitarrista de Fábulas, Horacio Padilla, comenzó hace algunos meses a delinear su carrera solista, recordando que con su anterior banda “dejamos de ensayar porque me mudé a Salta y decidimos darle bolilla a los proyectos que teníamos. La mitad de mis compañeros de banda estaban en un grupo llamado Primera Planta, empezaron a grabar, y yo, al ser solista, comencé a grabar las canciones que tenía pensando en un primer disco. Por el momento hicimos una pausa por tiempo indeterminado con los chicos”.

¿Siguen en contacto o componiendo para algo eventual?

“Somos amigos y seguimos en contacto, también componiendo. Tengo temas que quedaron pendientes con Fábulas, incluso tenemos los arreglos, pero nos faltó reunirnos y grabarlas. En algún momento lo haremos”.



¿Por qué es tan difícil para una banda mantenerse en una escena como esta?

“Hay muchos factores; me viene a la cabeza el que tal vez sea el más fuerte, el económico; falta de espacios, y la generación de público es un poco complicada, tal vez porque Jujuy tiene poca población, entonces todo es más reducido pero los gastos son los mismos, de transporte y equipos, por ejemplo, y pesan en el tiempo”.



¿Crees que todas las bandas tienen el plan de componer, grabar, editar, salir de gira y comenzar a componer de nuevo, trabajando de la forma más profesional posible?

“Creo que sí, todos soñamos con eso. Con Fàbulas pudimos hacerlo mediante concursos, principalmente, y fuimos a Buenos Aires a grabar al estudio de Lito Vitale. Es el sueño de todos pero se va acomodando según las circunstancias. Si se genera un buen público se puede aspirar a más, y de otra forma queda la posibilidad de grabar”.

¿Qué es lo que más te enorgulleció de Fábulas?



“Haber grabado las canciones y logrado tener buenos video clips. Nunca hubiera imaginado hacerlo; salí con mi guitarra, les pedí a mis amigos que me acompañaran, lo hicieron, y representé a Jujuy en algunos concursos, que ganamos y grabamos. Las cosas se fueron dando. Un par de chicos se me acercaron un día y me dijeron que escuchaban mis canciones en la escuela primaria, y pensé “¿en qué momento pasó tanto tiempo?” Grabé algunas cosas hace cinco años, pasó el tiempo, y que haya chicos que sepan que existió Fábulas y escuchaban mis canciones es lo que más me enorgullece, me complementa”.

¿Cuáles son tus planes para el futuro?

“Ser un trovador; quiero grabar mis discos, tengo muchas canciones que quiero grabar, y editar mi música. Salir a tocar e ir de gira, principalmente”.



La palabra trovador deja posibilidades musicales muy amplias, ¿esa es la idea?

“La verdad, sí. En cuanto a género, es amplio, y al ser solista soy más libre en mi parecer y puedo pasar del Folk al Rock, luego al Punk, incluso ahora estoy en una etapa más Pop, pero me moveré de disco a disco, cambiando instrumentos con el panorama que me da mucha libertad para moverme”.

  
   

viernes, 4 de octubre de 2019

La Rockera: las últimas estrellas de Rock


En 2006, La Rockera editaron su primer disco, “Noches Rockeras”, trabajo cargado de baladas y Hard Rock clásico que se convirtió en uno de los álbumes más logrados por una banda del género en Jujuy.

El grupo había tocado prácticamente todas las canciones del disco en vivo en muchos recitales que dieron antes de la edición del mismo, y a pesar de que el público las conocía, fueron muy bien recibidas por la energía y la fuerza que tenían en estudio.



“Nunca Falta Alguien que Sobre” es una canción fuerte de desamor y pérdida, pero con un título aplicable a cualquier otra situación, y comienza con el sonido de personas charlando en un bar antes de un concierto de La Rockera. Desde los primeros segundos del tema se nota lo ajustada que estaba la banda en el momento de entrar al estudio, con los riffs furiosos de Pedro en la guitarra, Martín y 
Lea en el bajo y la batería, contundentes y aplanadores, construyen una base rítmica que podría sostener cinco flotas de portaviones, y Raúl en la voz suena como Scott Stapp enojado mientras grita “nunca falta alguien que sobre y vos tapás ese agujero/ que nadie quiere llevar en su historial si somos sinceros”.

El teclado de Raúl se luce en “Calles Negras”, canción que le debe mucho a Deep Purple y Jon Lord, con una línea de bajo que hace que las manos de Martín parezcan arañas con sobredosis de anfetaminas. Los solos de guitarra son veloces y técnicos, y todos saben que “la noche llega al fin aquí”, y no somos nadie sin La Rockera.



“Ni Un Paso Atrás” fue una de las favoritas del público en vivo, que coreaba y aplaudía el riff introductorio de Pedro en cada recital. Es una canción con letra optimista y de superación, hija perfecta del Hard Rock.

La balada “Un Poco Más” fue la más exitosa de la banda, y el primer video clip que filmaron; su guitarra “filosa” y letra melancólica la convirtieron en un clásico instantáneo de la banda.


“Matando el Tiempo” tiene otro riff ganchero y pegadizo de Pedro que era coreado por el público en vivo, y el bajo de Martín golpea directamente en el pecho del oyente, acompañado por los platillos de Lea, quien le da fuerza y contundencia extra a la canción en la batería. Las melodías de Pedro en la guitarra, y la letra de Raúl encajan a la perfección en varios momentos de la canción, y fue una de las más tocadas en recitales.

En “Nunca Termina” Pedro vuelve a consagrarse como el Maestro de los riffs hardrockeros pegadizos, y Martín y Lea lo acompañan a la perfección antes de, entre los tres, armar la entrada a una canción ganchera y con fuerza, que era pogueada y celebrada en cada recital.



“Recordándote” es otra gran balada del disco, con momentos alternados de guitarra acústica y eléctrica, una letra profunda y sentimental, y una entrada instrumental perfecta a uno de los mejores solos de guitarra de Pedro en el disco; cuando a Raúl le comentaron que esa intro al solo era “de banda grande”, solo se limitó a decir: “ese es Martín, y su fanatismo por Queen”.



El coro de la película “Animal House”, “toga, toga”, es la introducción a una de las canciones más rockeras del álbum, “Rock2”. Todos los miembros se lucen con riffs, ritmos y melodías, y cuenta la leyenda que Pedro se metió tanto en la canción mientras lo grababa, que terminó el solo de guitarra arrodillado en el piso del estudio.



A pesar de su nombre, “Corazón de Rock N´Roll” es una canción fuerte y rápida, más cercana al Heavy Metal clásico o a los trabajos más rápidos de Deep Purple, con bajo y batería a toda velocidad, y una declaración de principios, fuerza y determinación en la letra.



El sonido de una púa tocando un vinilo abre la balada “Quise Ser”, con un solo de guitarra bluesero de Alejandro “Droopy” García (ex Cabarette), y la banda se guarda lo mejor para el final, el himno a la banda y sus amigos, “Noche Rockera”.

La canción suena como si hubiera sido escrita específicamente para recitales en vivo, y desde su estreno en concierto cerraba prácticamente todos los recitales; el riff de Pedro es fuerte, profundo y pesado en el buen sentido (el guitarrista vuelve a lucirse con el solo de guitarra que Martín acompaña perfectamente con una línea de bajo precisa, ganchera y técnica); el “hey” del coro nació como una broma interna y se convirtió en el grito de guerra de los seguidores de la banda, y el tema se erige como uno de los mejores de la banda, una declaración de amor al Hard Rock.

Tracklist:

1. Nunca Falta Alguien que Sobre
2. Calles Negras
3. Ni un paso Atrás
4. Un Poco Más
5. Matando el Tiempo
6. Nunca Termina
7. Recordándote
8. Rock2
9. Corazón de Rock N´ Roll
10. Quise Ser
11. Noches Rockeras

Formación:

Raúl Abram: Voz, teclado
Pedro Gennari: Guitarra eléctrica y acústica, coros
Martín Abram: Bajo y coros
Leandro Alem: Batería y coros


  

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