Pocos días antes de publicar el disco debut, Rafa Mir,
guitarrista y cantante de la banda, recordó detalles de su carrera musical
comentando que empezó a tocar a los 13 años, cuando tuvo la idea “de empezar a
tocar un instrumento de verdad y dejar de tocar un instrumento invisible. En
aquel momento conseguí “Noches Locas”, de Kiss, que no es mi banda favorita
pero hizo mella en su momento. En casa se escuchaba mucho Creedence Clearwater
Revival, tiempo después me regalaron “The Final Countdown”, de Europe, y eso me
llevó a descubrir más de esa banda. Fui ingresando en el mundo del Metal, a
Iron Maiden, Guns N´ Roses, Metallica, Sepultura, y empecé a escuchar muchas
cosas más. Se abrió el abanico y tuve otros gustos musicales en el medio”.
A pesar de su experiencia y las bandas que integró,
considera que “nunca dejás de crecer; este proyecto nuevo es algo en lo que no
creía y Marcos (Vrech, baterista) insistía en que hagamos un dúo, cuando pensaba
que una banda tenía que tener un bajista, y la verdad, estoy más que
sorprendido con el resultado que obtuvimos”.
¿Por qué no creías en Barracuda?
“Porque uno tiene una estructura adquirida y cuesta salirse
de eso, de que la banda de Rock tiene que tener cantante, bajista y baterista.
Venimos de otros tiempos. Me considero un tipo que se encierra en algunas cosas
pero, una vez que logré abrir esas puertas, no hubo fronteras. Marcos es muy
innovador y tiene una visión muy clara de lo que quiere. Eso ayuda porque soy
muy volátil, de construir castillos en el cielo, y él te baja a la tierra si
hay que hacerlo. Sus propuestas tuvieron buena respuesta”.
¿Cómo lograron el sonido de la banda siendo dos miembros?
“Marcos es una bestia tocando la batería, golpea muy fuerte
y muy bien, es contundente. Yo me considero buen guitarrista rítmico, aunque
comencé siendo bajista, y la cuestión fue estudiar el sonido, cómo sonaríamos
para que no fuese solamente una guitarra y una batería. Tuve que armar una
pedalera “Frankenstein” con dos equipos para tocar, de bajo y guitarra, tiro
sonidos graves, uso armonizadores, de todo. Fuimos armando el set de a poco y
buscando el sonido que queríamos, pero al comienzo, con la guitarra, distorsión
y batería, sonaba bien”.
¿Qué los influenció?
“Muchas cosas Punk, Hardcore, Hard Rock, que escuchamos
mucho. No paramos de escuchar música, desde Sumo, La Renga, Attaque 77, Los
Violadores, y mucho Heavy Metal, Ramones, Sex Pistols, The Clash. Vamos sumando
otras cosas con sonido moderno; por ejemplo, nos gustó mucho Carajo, lo que
lograron, porque fue una de las bandas más contundentes de la escena argentina,
como A.N.I.M.A.L; y todo lo que escuchamos se va sumando. Además escuché mucho
Rock Progresivo de los ´70, me gusta sobre todo el Rock Progresivo argentino de
los ´70, y hay una influencia lírica de ese estilo en nosotros, no de calidad
compositiva porque no hay forma de lograr eso. Marcos tiene una visión musical,
yo tengo otra, y lo bueno es que, cuando empezamos a tocar, hace mucho tiempo,
éramos los primeros en llegar a la sala y siempre tocábamos solos hasta que
llegaban los demás, y hubo ocasiones en que no llegaron. Salieron cosas
maravillosas cuando tocamos juntos, que quedaron en el olvido de la sala de
ensayo, nunca las grabamos porque las hacíamos para entrar en calor, zapar. Ahora
nos animamos a otras afinaciones. Tenemos dos afinaciones distintas y siempre llevo
dos guitarras, una afinada en Si y la otra en Mi, y buscamos ese sonido. Ahora estamos
buscando una afinación aún más baja para encontrar algo un poco más oscuro. Experimentamos,
no hay límites. También grabamos todo lo que hacemos, y tenemos la suerte de
ensayar en un estudio de grabación. Cada cosa que se hace se maquetea, y
podemos ver cómo reforzamos canciones, cómo buscamos armonía con los pocos
recursos que tenemos”.
¿Qué inspiró las canciones?
“Siempre me criticaron, algunos compañeros de bandas, por
tener letras oscuras, cosas muy poco positivas en la escritura, siempre mostrando
un lado oscuro de algo. Lo que vine haciendo durante mi vida de escritor de canciones
tristes lo volqué ahora en este grupo. Son
cuestiones apocalípticas; en algunos casos se podría decir que barracuda era
Stoner, pero tocamos el estilo aunque estamos en otra área que no podemos
determinar”.
¿Se sienten libres teniendo espacio para moverse?
“Sí; te sentís libre y a la vez extrañás algunas cosas de
una banda. Cuando podamos trabajar con otro tipo de tecnología seguramente
podríamos incluir loopers, samplers o algo así. Hoy por hoy es lo que tenemos.
Grabamos el disco en vivo, sin retoques, solo en las voces, y quedó muy bien. Si
lo escuchan, sentirán que es una banda completa”.
Publicarán el disco en distintos sitios y plataformas, y se piensa
que las bandas que no están en ese lugar no son detectadas, pero ¿el formato físico
sigue vigente?
“Marcos y yo no estamos de acuerdo en esto, pero pienso que
deberíamos publicar algunos discos, por lo menos para difusión. No sé si para
venderlos, pero podríamos llevarlos a recitales, hay quienes quieren tener el
disco de la banda. Marcos piensa que no hace falta, que sería suficiente con
una tarjeta con un código de descarga. Tenés que estar en las redes: si pensás
que editarás un disco y lo sacarás a la calle sin subirlo en redes de difusión
estás en el horno, no te escuchará ni tu madre”.
Desde que The Rolling Stones llegaron a 40 años de carrera en
adelante se juzga no solo la calidad musical sino también la longevidad. ¿Cómo
ves esa situación?
“Seguir creyendo en lo que hacés a los 90 años y hacerlo es
muy bueno; tengo la suerte de compartir cosas con chicos de 19 ó 20 años, y la
calidad musical que tienen es impresionante. Nosotros a los 20 años estábamos
rompiendo cuerdas. No se trata de acumulación de experiencia, hay personas de
edad pero muy estúpidas. Hay gente que se ganó un respeto enorme, como AC/DC O Rolling
Stones, y siguen haciendo lo suyo. Aunque dudo que la edad sea experiencia, si
no tenés la cabeza abierta, no lo es”.
Contacto: https://www.facebook.com/barracudaarg/
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